SOSIEGO

No conocía el pánico.
Si el miedo, la tristeza y la incertidumbre, pero no el pánico.

Es increible como puedes pasar de un estado normal a un estado de pánico en dos segundos.
Girar la cabeza mirarte al espejo y no verte. No ver nada.
Sentir que todo se borra de golpe, que te falta el aire, te vuelves a mirar al espejo y sigues sin ver nada.
No está oscuro, pero no ves nada.
Te conviertes en nada, te sientes lejos y no ves la forma de volver.
Las palabras no salen, el aire no entra, tu vista te engaña y la presión en el pecho es cada vez mas intensa.
Lloras, lloras no sé si por conseguir aire, o por que simplemente estás muerta de miedo. No oyes nada.

Suena el teléfono una voz al otro lado intenta ayudarte, te habla, te vas centrando, no te deja de hablar, te lleva a buscar un buen momento de tu vida para que no pienses.
Desde lejos te intenta llevar de vuelta a la normalidad, a recuperar el control, te enseña a respirar y te tranquiliza.
El llanto se va marchando, estás mas concentrada en intentar escuchar lo que te dicen al otro lado del teléfono, de eso se trata.
(Desde aquí te doy las gracias infinitas compañero)

Prometo devolver la llamada pero no lo hago. No soy muy consciente, aún estoy perdida.

Y en unos minutos apareces tu. Deshaces el nudo que soy en ese momento sobre la cama, me miras
y veo tu cara, esa cara y esos ojos que me dan sosiego de repente, me abrazo a ti, me calmas, te vuelvo a mirar y no puedo evitar reirme un poquito, de nuevo tienes esa mirada que me envuelve y que me hace sentir querida y protegida.
Traquila me dices, es un ataque de ansiedad ¿no te había dado nunca? ...

Pues lo cierto es que no, no había tenido nunca tiempo de tener uno (pensé para mi) demasiadas cosas a las que atender para permitirme tener un chisme de estos en mi vida.

Me diste ese sosiego que me hizo sentir de nuevo una niña pequeña necesitada de calor, cariño y protección.

Perder el control no me ha gustado, no me ha gustado sentirme indefensa y desnuda al azar.

Os doy las gracias desde aquí, ahora tengo que recuperar el control perdido para que mi vida vuelva a ser como antes. Mia y no del pánico.