martes, 30 de diciembre de 2014

LA PAVEZ



Darte cuenta de que intentan meterte en su juego sin haberlo pedido, que intenten camelarte.

Lo que no me queda claro es ¿por qué?, no tiene sentido, si has demostrado que no quieres entrar en juegos de patios de colegio, eso ya pasó hace dos décadas al menos.

Esos juegos se inician ¿por que no hay vida propia? ¿por que uno no quiere madurar?

La verdad no me queda claro, si en la distancia pasa esto, ¿que no pasaría en la cercanía diaria?

Quizá sea la necesidad de que todos sean iguales a ti  y así no sentirse el único idiota en el juego, o que realmente la falta de emociones en tu vida te lleve a crear este juego absurdo.

El amor no entra en el juego, esto no es amor, es un juego, y cuando se acabe la emoción de haber conseguido lo que querías, se terminará, por que has terminado tu reto.

Sentir que vuelves a estar en la pavez de las tragedias de adolescentes, que adolecen de necesidad de juego, en la necesidad de discutir y luchar por algo que al final no quieres, y que deseabas por que no era tuyo.

Entonces es cuando miras a tu alrededor y ves que todos te miran con cara de asombro.

Ainsssssssss que el patio se ha quedado vacío y tu estás en el puto medio, preguntandote que coño hacer ahora.

Idiota.